Las siglas CSL fueron acuñadas por primera vez en un BMW en 1973. Fue con un modelo de competición, el BMW 3.0 CSL desarrollado por la división deportiva de la marca y ganador del Campeonato Europeo de Turismos. Literalmente significaban «Competition, Sport, Lightweight«; lo que traduciríamos como Competición, Deportivo, Peso Ligero. El caso es que con el paso del tiempo saltarían a la producción con resultados muy positivos. Y tras casi dos décadas en barbecho, llega el nuevo BMW M4 CSL para dejar a todo el mundo con la boca abierta.
Es un ejemplar que sigue directamente la senda del legendario BMW M3 CSL de 2003, todavía recordado por muchos como el mejor modelo compacto en la historia de la marca. Más recientemente hubo un M4 GTS que buscaba una filosofía similar, aunque esta edición especial irá un paso más allá. Se comenzará a fabricar este mismo verano y solamente se harán 1.000 unidades para mantener su exclusividad. El precio no ha trascendido, pero estará bastante por encima de los $127,000 que cuesta el M4 Competition Coupé.
El diseño del BMW M4 CSL introduce algunas modificaciones importantes respecto al modelo del que parte. En primer lugar, su carrocería va en el color Frozen Brooklyn Grey exclusivo, que contrasta a la perfección con las molduras de fibra de carbono y con los detalles en rojo. También se podría elegir en los tonos Alpine White o Sapphire Black y con ambos resaltarían los faros BMW Laserlight opcionales con los faros de color amarillo en vez de blanco, como en el BMW M5 CS. Los pilotos traseros LED también cuentan con tecnología láser, siendo la primera vez en un coche de calle.
Mientras que el M4 GTS tenía un prominente alerón trasero fijo, en este caso han apostado por la elegancia y un spoiler estilo cola de pato. Dijimos que había mucha fibra de carbono en su exterior y eso es porque se buscaba la ligereza a toda costa en este ejemplar.
En definitiva, el BMW M4 CSL se queda en unos nada despreciables 3,582 lbs., que son 220 libras menos de lo que pesa el M4 Competition. También lo consigue con un detalle como es el de prescindir de las plazas traseras en su habitáculo. Este ejemplar es un estricto biplaza que tiene el interior bañado en fibra de carbono. De dicho compuesto están hechos los asientos tipo bucket M Carbon y numerosas molduras. La calidad sigue estando presente gracias a una tapicería de cuero y Alcántara que tiene el color negro como base y que introduce detalles en rojo, a juego con el exterior.
Y en un ejemplar de estas características también se podía esperar algún tipo de modificación a nivel mecánico. Bajo el capó sigue estando el seis cilindros en línea biturbo de 3.0 litros, pero se ha aumentado la presión de los dos turbocompresores mono-scroll de 1,7 a 2,1 bar. Gracias a ello y a otros retoques se consigue una potencia de 545 HP un aumento de 40 HP respecto al M4 Competition.
El BMW M4 CSL mantiene la transmisión M Steptronic de ocho velocidades con Drivelogic y tiene unas prestaciones de infarto. Acelera de 0 a 60 millas/h en 3.7 segundos y tiene una velocidad máxima de 190 millas/h. De hecho, ha dejado datos tan destacados como un tiempo de 7 minutos y 20.207 segundos en el mítico trazado de Nürburgring Nordschleife. Y eso solo es posible gracias a una puesta a punto del chasis específica que mejora lo anterior. Se han centrado en elevar la rigidez de la carrocería para dotarle de un comportamiento más dinámico.
Además, se reduce la altura en 8 mm y se cuenta de serie con detalles como la suspensión adaptativa M con amortiguadores controlados electrónicamente, la dirección electromecánica M Servotronic con asistencia variable o los frenos cerámicos de carbono M. Por otro lado, el control de tracción M de serie puede ajustarse en 10 niveles y tiene un ajuste específico para circuito.
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